jueves, 16 de agosto de 2012

Cómo ser guiados por el Espíritu.


¿Cómo seguir la guía del Espíritu Santo? 
·         Lo primero que debemos hacer es reconocer que Él está presente dentro de nosotros y quiere guiarnos a través de la vida. 
·         Una de las cosas más importantes que podemos hacer para reconocer Su liderazgo es negándose a permitir que las situaciones que nos mueve. 
·         Como creyentes, tenemos la posibilidad de anular los procesos naturales y aprovechar lo sobrenatural. 
·         El Espíritu Santo nos enseña a seguir siendo la victoria en el reino natural.

Rom 8:1  Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos al Ungido de Dios (Cristo) Jesús,
Rom 8:2  pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3  En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana,

Así el Padre Celestial a través del sacrificio del  Señor Jesús anulando en nosotros la vida pecaminosa que antes teníamos y a través de la Gracia o la Unción del Espíritu nos ha liberado de la ley del pecado y de la muerte (separación de Dios).

Rom 8:4  a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.
Rom 8:5  Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.
Rom 8:6  La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
Rom 8:7  La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo.
Rom 8:8  Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.

No tienen fe, porque para agradar a Dios hay que acercarnos a Dios creyendo en nuestro corazón que le hay.

Rom 8:9  Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.

Ustedes viven según el Espíritu, y el Espíritu de Dios vive en ustedes.

Rom 8:10  Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia.
Rom 8:11  Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Rom 8:12  Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa.
Rom 8:13  Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.
Rom 8:14  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Rom 8:15  Y ustedes no recibieron  un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!"
Rom 8:16  El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Rom 8:17  Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.



  1. Los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios
Rom 8:12  Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa.
Rom 8:13  Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.

Tenemos una obligación de vivir por medio del Espíritu dando muerte a los malos hábitos del cuerpo que es el pecado que lleva a la muerte.
Por eso debemos de ser guiados.

Rom 8:14  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Rom 8:15  Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!"
Rom 8:16  El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. 

Hemos recibido el Espíritu Santo de adopción como hijos,  hoy somos guiados por El, nos asegura a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios  y hoy podemos llamarle ¡Abba! ¡Padre! 
 
    1. Debemos someternos a él, rendidos al liderazgo del Espíritu del Señor Jesus.
    2. Recordemos que la única parte espiritual del hombre es la parte que puede nacer de nuevo.
2Co 5:17  Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

      1. Porque el hombre es creación de Dios y es trino como El,  así: ser-espíritu, alma y cuerpo
1Th 5:23  Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesús el Ungido de Dios.

Recordemos que el Señor Jesús fue hecho por el Padre para nosotros Justificación,   Santidad, Sabiduría, y Redención.

1Co 1:30  Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría --es decir, nuestra justificación, santificación y redención—

El Espíritu Santo va ha morar con nuestro espíritu en nuestro interior por lo tanto debemos mantenernos apartados para El. 

      1. El alma y el espíritu son dos entidades diferentes. Usted es un ser espiritual que tiene un alma y vive en un cuerpo físico
Heb 4:12  Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.

      1. El Espíritu Santo habla a la parte espiritual de nosotros. Él habita en nuestro espíritu
 Pro 20:27  El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser.

Joh 14:16  Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre:
Joh 14:17  el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.

      1. Se nos ha dado gratuitamente el Espíritu Santo. También se le llama el Espíritu de Verdad, y su trabajo consiste en guiarnos por la vida
Joh 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.
1Co 2:12  Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.

  1. ¿Cómo el Espíritu Santo le guíe?
    1. Él va dentro de nosotros mano a mano con nuestro espíritu  como un testigo (dándonos un codazo de precaución ha nuestro espíritu).
      1. Que no se turbe nuestra mente; Aquietémosla la mente y las emociones antes de tomar decisiones. Espera con paciencia a sentir el testimonio interior.
      2. Busca a Dios en la oración, orando en lenguas.
    2. Él te guiará a través de una voz interior (tu espíritu te habla en base a lo que recibe del Espíritu Santo).
      1. Sus sentimientos son la voz de su cuerpo.
      2. Su razonamiento es la voz de tu alma.
      3. Su conciencia es la voz de tu espíritu (cuando se convierte en nacer de nuevo, usted puede confiar en su conciencia).
  1. Podemos entrenar a nuestros espíritus para escuchar el Espíritu Santo por hacer las siguientes cosas:
    1. Alimentarse de la Palabra de Dios.
    2. Caminar en el amor.
    3. El orar en lenguas.

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