lunes, 6 de agosto de 2012

Caso Relevado


Muchos cristianos no entendemos la magnitud del amor de Dios.
·         Él nos ama tanto que ha prometido perdonar nuestros pecados y no acordarse más de ellos.
·         No lo merecimos, pero por Su gracia, Él nos amado.
·         Como resultado del pecado de Adán en el huerto de Edén, todo ser humano es nacido en el mundo y  es pecador.
·         Sin embargo, por el sacrificio y la gracia de Dios, podemos estar en justicia con Dios, al nacer de nuevo y ser renacido en el hombre interior por Su Espíritu.
·         Podemos participar en Sus preciosas promesas mediante Su gracia.

A.     2Co 5:21  Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
    1. En la cruz, Jesús hizo un intercambio que nosotros no entendemos Él tomo nuestros pecados y nos dio Su justicia.
      1. Abraham fue justificado porque creyó en Dios. Nosotros ahora somos declarados justos cuando somos renacidos
Rom 4:1  ¿Qué diremos, entonces, que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
Rom 4:2  Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué jactarse, pero no para con Dios.
Rom 4:3  Porque ¿qué dice la Escritura? Y CREYO ABRAHAM A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA.
    1. Abraham no tuvo que obrar para recibir justificación de Dios
Rom 4:4  Ahora bien, al que trabaja, el salario no se le cuenta como favor, sino como deuda;
Rom 4:5  mas al que no trabaja, pero cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia.
      1. Al igual, cuando creemos en Jesús, no tenemos que obrar para ganar nuestra justicia con Dios. Somos hecho justos.  
      2. Como resultado de nuestra justicia, Dios no se acordará de nuestros pecados
Rom 4:6  Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras:
Rom 4:7  BIENAVENTURADOS AQUELLOS CUYAS INIQUIDADES HAN SIDO PERDONADAS, Y CUYOS PECADOS HAN SIDO CUBIERTOS.
Rom 4:8  BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARA EN CUENTA.

Salmo 32: Aquí habla David o uno de nosotros:
Psa 32:1  Salmo de David. ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!
Psa 32:2  ¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño!
Psa 32:3  Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mí gemir durante todo el día.
Psa 32:4  Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano.
Psa 32:5  Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR; y tú perdonaste la culpa de mi pecado. 
Psa 32:6  Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.
Psa 32:7  Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás; con cánticos de liberación me rodearás.
Aquí nos habla el Padre Celestial.
Psa 32:8  Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.
Psa 32:9  No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, porque si no, no se acercan a ti.
Psa 32:10  Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el SEÑOR, la misericordia lo rodeará.
Psa 32:11  Alegraos en el SEÑOR y regocijaos, justos; dad voces de júbilo, todos los rectos de corazón.

Heb 8:12  PUES TENDRE MISERICORDIA DE SUS INIQUIDADES, Y NUNCA MAS ME ACORDARE DE SUS PECADOS.

  1. Nadie puede maldecir  lo que Dios ha bendecido
Mic 6:5  Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que maquinó Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias del SEÑOR.

Num 22:10  Y Balaam dijo a Dios: Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado un mensaje:
Num 22:11  "Mira, el pueblo que salió de Egipto cubre la faz de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos."
Num 22:12  Y Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos; no maldecirás al pueblo, porque es bendito.
Num 22:13  Balaam se levantó de mañana y dijo a los jefes de Balac: Volved a vuestra tierra, porque el SEÑOR ha rehusado dejarme ir con vosotros.
Num 22:14  Y los jefes de Moab se levantaron y volvieron a Balac, y le dijeron: Balaam rehusó venir con nosotros.
Num 22:15  Entonces Balac envió jefes otra vez, más numerosos y más distinguidos que los anteriores.
Num 22:16  Y fueron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: "Te ruego que no rehúses venir a mí;
Num 22:17  porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo."
Num 22:18  Y Balaam respondió, y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar el mandamiento del SEÑOR mi Dios para hacer ni poco ni mucho.
Num 22:19  Pero, os ruego que permanezcáis aquí también esta noche, y sabré qué más me dice el SEÑOR.
Num 22:20  Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero sólo dirás la palabra que yo te hable.
Num 22:21  Y Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los jefes de Moab.
    1. Dios no alterará Su bendición sobre Su pueblo, y nadie lo puede remover.
      1. Sin embargo, nosotros como el pueblo de Dios, podemos entrar en una maldición.
      2. Una maldición sin causa no vendrá
Pro 26:1  Como nieve en el verano y como lluvia en la siega, así la honra no es apropiada para el necio.
Pro 26:2  Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo así la maldición no viene sin causa.
Pro 26:3  El látigo es para el caballo, la brida para el asno, y la vara para la espalda de los necios.
      1. Si no creemos que Dios nos ama, lo más probable es que entremos en una maldición. 
    1. Cuando no aceptamos el amor de Dios, entraremos en rebeldía contra Él
Deu 1:26  Sin embargo, no quisisteis subir, y os rebelasteis contra el mandato del SEÑOR vuestro Dios.
Deu 1:27  Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: "Porque el SEÑOR nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos.
    1. Por lo tanto, cuando creemos en Su amor, nuestra fe obrará
Gal 5:6  Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor.
  1. Cuan pequeño es un pajarillo, ninguno de ellos caen sin el conocimiento del Padre
Mat 10:29  ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre.
Mat 10:30  Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

Luk 12:6  ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios.
Luk 12:7  Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos.
    1.  Si Dios está pendiente de los pajarillos, Él ciertamente está pendiente de nosotros. Somos más valiosos que los pajarillos.
    2. “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial la alimenta ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26).
      1. Pueda que no podemos comprender completamente el amor de Dios, pero debemos aceptar el hecho de que Él nos ama incondicionalmente.  
  1. “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por el” (1 Juan 4:9).
    1. Amamos a Dios porque Él nos amó a nosotros
1Jn 4:10  En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
1Jn 4:11  Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
1Jn 4:12  A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros.
1Jn 4:13  En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
1Jn 4:14  Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.
1Jn 4:15  Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
1Jn 4:16  Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.
1Jn 4:17  En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.
1Jn 4:18  En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
1Jn 4:19  Nosotros amamos, porque Él nos amó primero.
      1. Nuestra falta de amor hacia otros es una indicación que no hemos recibido el amor de Dios.  
      2. El amor de Él es perfecto, amor sin condiciones. No sabremos como amarle verdaderamente a Él o a otros sin Su ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario