jueves, 4 de octubre de 2012

Recibiendo del Amor del Señor Jesús por fe


Hay muchas promesas que Dios ha puesto a nuestra disposición a través de la Gracia (el don inmerecido Su Espíritu Santo). Sin embargo, para acceder a esas promesas que necesitamos para desarrollar la confianza en su amor por nosotros.
Nuestra fe se activa (el confiar en Su Palabra, al creer que el Señor Jesús es Dios y al hacer lo que Su Palabra nos dice y nos manda) para recibir su provisión cuando lo amamos a el Señor Jesús.
Señor Jesús dijo: en 
Juan 14:21  ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
Juan 14:22  Judas (no el Iscariote) le dijo: --¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo?
Juan 14:23  Le contestó Jesús: --El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.

  1. La fe y el amor van de la mano. Cuando creemos en el amor de Dios por nosotros, nuestra fe se enciende.
    1. Muchos cristianos creen que Dios deja de amar a ellos cuando hacen algo mal o cuando fallan.  
      1. El amor de Dios por nosotros es mucho más grande de lo que podemos comprender. Él no deja de amarnos a causa de nuestras faltas y fracasos.
      2. Para construir nuestra confianza en Su amor, debemos centrarnos en el hecho de que Él nos ama individualmente, no sólo corporalmente.
      3. Como creyentes, debemos permitir que Dios nos enseña acerca de Su amor, y luego transferir las lecciones de amor a los demás.  
B.      2Corintios 5:17 ¡Por lo tanto, si cualquier persona está [injertada] en Cristo (el Mesías) es una nueva creación (una criatura completamente nueva, hombre espiritualmente renacido), el [anterior condición moral y espiritual] ha fallecido. He aquí lo fresco y lo nuevo ha llegado!

2Corintios 5:17  De modo que si alguno está unido con el Ungido de Dios, creación renovada es; lo viejo ha pasado; ¡Contemplen, lo que ha venido es fresco y nuevo!

    1. A través del sacrificio de Jesucristo, nosotros, como creyentes, somos perdonados ahora y para siempre.
    2. Dios nos reconcilia con Él y no recuerda ninguno de nuestros pecados contra nosotros
2Corintios 5:18  Todo esto (todas las cosas)  proviene de Dios, quien por medio de Cristo [Espíritu Santo] nos reconcilió consigo mismo [a través de Su Gracia nos trajo armonía consigo mismo]  y nos dio el ministerio de la reconciliación [nos dio Su Palabra para traer a otros a esta armonía con El]:
2Corintios 5:19 esto es, que en Cristo [unción del Espíritu Santo], Dios [El personalmente]  estaba reconciliando [restaurando]  al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros [ a los hombre compartirles] el mensaje de la reconciliación [y restaurarlos con El].

      1. Por lo tanto, debemos negarnos a permanecer en la condena de la cual hemos sido liberados, porque de lo contrario fallamos al blanco. Blasfemando por no creer Su Palabra.
      2.  Aun cuando se pierda la marca, debemos correr al trono de la gracia arrepentidos, porque Él es fiel en perdonarnos nuestros pecados.  Debemos tener presente en nuestro corazón que nada nos puede separar del amor de Cristo.  
      3. El pecado lleva a la conciencia de las etapas iniciales de la muerte, que incluyen la conciencia de pecado y nos lleva a la depresión, la condenación y la culpa.
      4. Sin embargo, centrarse en el amor de Dios aumenta nuestra confianza en Él, entonces estamos en condiciones de recibir más de Su gracia.

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