(Parte 3)
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Cuando pensamos en alguien con un
"corazón duro", solemos pensar en alguien que es terco o
rebelde.
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No quiere escuchar, o rechaza el
Evangelio del Señor Jesús.
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Sin embargo, un corazón duro también
puede describir el corazón de una persona que simplemente hace caso omiso de la
Palabra.
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Una persona que no tiene en cuenta la
Palabra ha endurecido sus corazones contra él.
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Se centran en otras formas de vida,
más no en el camino del Señor Jesús que nos lleva al Padre nuestro Dios.
A. Los
discípulos testigos de un milagro cuando Jesús sobrenaturalmente alimentó a
5.000 hombres
Marcos 6:35-44 Cuando
ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y le dijeron: --Éste es un
lugar apartado y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vayan a los
campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer. --Denles ustedes mismos
de comer --contestó Jesús. --¡Eso costaría el salario de ocho meses!
--objetaron--. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para
darles de comer? --¿Cuántos panes tienen
ustedes? --preguntó--. Vayan a ver. Después de averiguarlo, le dijeron:
--Cinco, y dos pescados. Entonces les mandó que hicieran que la gente se
sentara por grupos sobre la hierba verde. Así que ellos se acomodaron en grupos
de cien y de cincuenta. Jesús tomó los
cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo [para que
abundaran y se multiplicaran]. Luego partió los panes y se los dio a los
discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos
pescados entre todos. Comieron todos hasta quedar satisfechos, y los
discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado. Los
que comieron fueron cinco mil.
1. Incluyendo
a las mujeres y los niños, junto con los hombres, Jesús alimentó milagrosamente
a cerca de 15.000 personas con dos peces y cinco panes.
2. Poco
después de presenciar este milagro, los discípulos de Jesús fueron testigo de
otro milagro. Ellos lo vieron caminando sobre el agua durante una tormenta
y calma la tormenta cuando vino a la barca
Mar 6:45-51 En
seguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran
al otro lado, a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. Cuando se
despidió, fue a la montaña para orar. Al
anochecer, la barca se hallaba en medio del lago, y Jesús estaba en tierra
solo. En la madrugada, vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para
remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el
lago, e iba a pasarlos de largo. Los
discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se
pusieron a gritar, llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló en seguida
con ellos y les dijo: "¡Cálmense! Soy Yo. No tengan miedo." Subió entonces a la barca con ellos, y el
viento se calmó. Estaban sumamente asombrados.
a. Ellos
se sorprendieron cuando vieron esto, ellos no consideraban que Jesús había realizado
un milagro de los cinco panes y los dos peces.
Mar 6:51-52 Subió
entonces a la barca con ellos, y el viento se calmó. Estaban sumamente
asombrados, porque tenían la mente embotada y no habían comprendido lo de los
panes.
Marcos 6:51-52 Porque no habían logrado comprender lo
sucedido con los panes, pues aún tenían el corazón endurecido por la
incredulidad. (CST-IBS)
b. Sus
corazones estaban endurecidos.
3. Un
corazón duro es falto de sabiduría, el juicio y la comprensión
Marcos 8:17-21 Al
darse cuenta de esto, Jesús les dijo: --¿Por qué están hablando de que no
tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen la mente embotada? ¿Es que
tienen ojos, pero no ven, y oídos, pero no oyen? ¿Acaso no recuerdan? Cuando partí los cinco panes para los cinco
mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron? --Doce --respondieron.
Marcos 8:17-21 Jesús,
que sabía lo que estaban pensando y discutiendo, les dijo:
¿Por qué discutís que no tenéis comida? ¡Lo que os pasa es que no
entendéis nada, porque todavía tenéis endurecido el corazón! Tenéis ojos,
pero no veis; y tenéis oídos, pero no oís. ¿Acaso ya os habéis olvidado de
cuando di de comer a cinco mil hombres con solo cinco panes? ¿Cuántas cestas
llenas de trozos sobrantes recogisteis entonces? Le contestaron: Doce. Y cuando
di de comer a aquellos cuatro mil con solo siete panes, ¿cuántos cestos llenos
de trozos sobrantes recogisteis? Siete. Les dijo: ¿Y aún no comprendéis el
sentido de mis palabras?
a. Podemos
endurecer nuestros corazones en contra de la Palabra no lo está considerando.
b. Cuando
le damos más valor a las circunstancias hacemos valer es decir al ámbito
natural que lo sobrenatural es decir lo espiritual, entonces es que hay corazones
endurecidos.
c. Un
corazón duro provoca incredulidad.
B. Meditemos
lo que meditemos acerca de la mayoría circunstancias, es lo que nos hace endurecer nuestro corazón
en el diario vivir, en nuestras vidas.
1. Muchas
veces sucede, muchos creyentes, meditamos más en nuestros problemas o
circunstancias que estamos atravesando, que las promesas de Dios.
a. Hay
momentos en que pensamos acerca de las promesas de Dios y a la vez que
reflexionamos sobre las circunstancias que contradicen sus promesas.
b. Cuando
estamos considerando tanto la Palabra de Dios y lo que contradice, somos de
doble ánimo. No vamos a recibir cualquier manifestación de ser doblado
ánimo.
Santiago 1:1-8
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que
se hallan dispersas por el mundo: Saludos. Hermanos míos, considérense muy
dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que
la prueba de su fe produce constancia [firmeza, paciencia y permanencia]. Y la constancia debe llevar a feliz término
la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Si a
alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues
Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe,
sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de
un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa
alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace.
2. Abraham
fue el ejemplo perfecto de alguien que fue resuelto. Comenzó a ponerse de
acuerdo con lo que Dios le dijo-que iba a ser padre de un hijo en su vejez.
a. No
es que Abraham tenía una fe tan grande, sino que simplemente no tenía la
incredulidad.
C. Satanás
quiere que nosotros tomemos en cuenta todas las circunstancias y contradigamos
lo que dice la Palabra de Dios.
1. La
incredulidad se inicia en la mente, y lo mismo ocurre con un corazón
endurecido.
a. La
condición de nuestro corazón determinará si vamos a recibir la Palabra.
2. En
nuestra sociedad de hoy, podemos ver la influencia de Satanás en lo que vemos,
y oímos en los diferentes medios de comunicación.
a. Por
ello, es conveniente separarnos lo más posible de las contradicciones cuando estamos
creyendo en el Señor Jesús nuestro Dios.
b. Debemos
aprovechar nuestro tiempo meditando en la Palabra de Dios, y como tenemos el
Espíritu Sato dentro de nuestro corazón, es decir al Señor Jesucristo en
nuestro corazón, tenemos todo en El.
Romanos 8:28-39 Ahora
bien, sabemos que Dios [que Él siempre está con nosotros y en todo lo que
hacemos] dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han
sido llamados de acuerdo con su propósito [con el plan que ha preparado para
cada uno de nosotros]. Porque a los que
Dios conoció de antemano [también Él los amo], también los predestinó a ser
transformados [hacerlos] según la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los
que llamó, también los justificó [los aprobó, los hizo rectos y haciéndolos
correctos delante de Él]; y a los que justificó, también los glorificó [ nos ha
dado de Su gloria]. ¿Qué diremos frente
a [todo] esto? Si Dios está de nuestra parte [quien puede ser nuestro enemigo
si Su Espíritu está dentro de nosotros], ¿quién puede estar en contra
nuestra? El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos
generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios
ha escogido? [Cuando es] Dios el que justifica. ¿Quién [nos] condenará? Cristo [el Mesías]
Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e
intercede [pidiéndole al Padre] por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La
tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el
peligro, o la violencia? Así está
escrito: "Por tu causa nos vemos amenazados de muerte todo el día; nos
tratan como a ovejas destinadas al matadero." Sin embargo [por medio de], todo esto somos
más que vencedores por medio de Aquel [Jesucristo] que nos amó. Pues estoy convencido [donde no hay ninguna
duda ni temor o dureza de corazón dentro de mi] de que ni la muerte ni la vida,
ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes
[satánicos], ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación,
podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro
Señor.
1Coorintios 15:57-58 ¡Pero
gracias a Dios, que nos da la victoria [honra, el éxito] por medio de nuestro
Señor Jesucristo! Por lo tanto, mis
queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en
la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.
1Corintios
15:57-58 Mas gracias
sean dadas a Dios, que nos da la victoria [hacernos vencedores] por medio de
nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, hermanos míos amados, estad firmes
(firme), inmutables [sin cambio de aptitud], abundando siempre en la obra del
Señor [siempre siendo superior, sobresaliendo, haciendo más que suficiente en
el servicio del Señor], conocer [Su Palabra] y ser continuamente consciente que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano [nunca se pierde Su propósito].